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¿Están mis obras hechas con Inteligencia Artificial?

06-10-2023
No utilizo la IA que puedes encontrar en internet para hacer mis obras.
Realizo mis dibujos con un ratón y aplicaciones de diseño gráfico y con una serie de aplicaciones que yo mismo he programado (una especie de plugins gráficos), convierto esos dibujos en cientos de versiones diferentes que combino para crear cada colección. En ocasiones, como en los fondos blancos de la colección mosaico, aplico una serie de más de 2500 logotipos que realicé para una web de concursos.
Mis imágenes no están publicadas en redes y el acceso a las obras en esta web está restringido. La belleza de mis obras radica en su novedad, quien posee mis cuadros disfrutará de esa novedad en su pared, cuando estas ideas novedosas se popularicen se convertirán en otro filtro más con el que la IA nos aburrirá.
Con esto quiero dejar claro que sí utilizo medios digitales que, con cierta intervención manual, me sirven para mis creaciones, pero no la inteligencia artificial que puedes encontrar en internet, de hecho he ocultado mi web a Google y el acceso a mi colección es privado para evitar que la IA aprenda de mis obras, aunque tengo muy claro que ésto terminará por suceder, pero antes necesito conseguir una serie de hitos para mi obra, sino es así mi mensaje se perderá convertido en otro filtro más de la colección de la IA o de cualquier otro programa gráfico.

En este nuevo mundo en el que la tecnología reina cada persona debe tener claro cuales son los límites que no está dispuesto a cruzar, en mi caso la frontera es la IA porque ésta no es una mera herramienta gráfica, es un generador de contenidos que trata de suplantar a los contenidos humanos, esto para mí es muy grave porque el mensaje, y sobre todo la intencionalidad humana que hay detrás de cada mensaje, es la parte más importante de mi obra.

Si este mensaje se convierte en un automatismo entonces mi obra no será más que otro contenido spam como los que saturan las redes, lo nuevo sólo comunica una vez, cuando te lo encuentras miles de veces repetido aburre y si el medio está inundado de este tipo de mensajes replicados cientos de veces te das cuenta de que el medio ya no sirve para comunicar y lo desconectas. Eso es lo que ya sucede con Google y su IA, la cual ha sido creada como entidad detrás de la que se esconde una sola intencionalidad (la que realmente existe, la intencionalidad humana de sus creadores) presente en la mente de los directivos de Google: apropiarse de todas las creaciones y contenidos humanos, pues esta IA, que supuestamente "crea contenidos", no hace sino versionar lo que ya existe sin atribuir la verdadera autoría de las fuentes, con lo que las nuevas creaciones suplantan a los originales y los autores perdemos todos los derechos sobre estos contenidos, que no son otra cosa que una remezcla de nuestros conocimientos sobre los que los autores originales ya no tenemos derechos.

Con este sofisticado artificio Google (propietario e inventor de la IA) busca dar un paso más en su cuenta de beneficios, ahora pretende también apropiarse de nuestros contenidos y de todo el conocimiento humano.

La IA no es sólo un generador de contenidos artificial, sino un filtro de esos contenidos, hay muchas cosas que no encontrarás en IA, al igual que sucede en los regímenes totalitarios no encontrarás en ella ninguna autocrítica.
Conscientes ya de nuestra propia realidad los pequeños creadores nos enfrentamos a un reto inmenso y a una lucha desleal con la IA, y su creador Google, en competencia por algún canal necesario para la difusión de nuestros mensajes y obras.

La IA pública en internet es en sí misma un filtro de ideas, sólo es capaz de replicar lo que ya conoce, lo que le han enseñado con anterioridad, no es capaz de realizar lo que no conoce. En cambio el artista (algunos artistas, no todos) crea a partir de su mundo interior, un auténtico universo de subjetividad desconocido por el mundo, eso es lo que trata de comunicar el artista. Cuando el mundo entiende ese universo subjetivo del artista, y reconoce en él la novedad, trata siempre de replicarlo una y otra vez en su afán por entender esa novedad, es en ese período cuando la IA es enseñada para realizar automáticamente las nuevas ideas, no antes. Por eso el único momento de la obra del artista en el que es posible una auténtica comunicación es en el preciso instante de incredulidad y asombro en el que el público empieza a maravillarse por la novedad que representa la obra del nuevo artista, después, cuando esa obra alcanza el reconocimiento simplemente es imitada y versionada, es cuando la IA convierte esa novedad en otro filtro más sin otro significado que el goce estético, que por entonces es de sobra conocido.