3-1-2020, 19:39 h. - ID. 105
k-ant NOARTISTA
Muchas gracias por participar Mariano.
"Si tu baile no agrada a alguien importante lo tienes difícil para comunicar":
La política, como el resto de cosas creadas por el ser humano, tiene una función concreta e interesada: dirigir la voluntad de la población. Hay ideas y lugares que quedan fuera de su ámbito, simplemente porque no interesan, porque no se pueden materializar en votos ni en suma de voluntades.
Las ideas que aquí represento puede que parezcan tener un signo político, pero al no tener el menor interés político ni social, no les sirven a nadie que busque un provecho, por tanto son ideas que sólo sirven al conocimiento y no reivindican ningún tipo de acción ni de orientación de ningún tipo.
Yo he creído ver un signo político en lo que escribo (he llamado a todas las puertas para intentar comunicar) pero esas opciones de comunicación politizada me han respondido igual que editoriales y galerías: con el silencio. Supongo que ningún sector encuentra la manera de sacar beneficio a mis ideas y obras.
Claro que en mis textos y obras hay ideas políticas, existenciales, humanistas y de todo tipo, pues el Arte es una metáfora de la vida, pero los lugares desde donde esas ideas pueden ser escuchadas están ocupados por las voces autorizadas por los propietarios de los medios (y no admiten crítica) porque esto les proporciona el adecuado disfraz de salvadores perpetuos de un mundo que (convenientemente para ellos) no tiene salvación.
Los conceptos que sí se nos permite utilizar son los virus, la basura, lo friki, la locura (por supuesto), el error, la imperfección, todo lo que a los medios no les interesa para vender sus brillantes productos de temporada. De entre todo los desechos hay uno que a mí me resulta especialmente interesante: El YO, lo que suelen llamar despectivamente "ego" (y prácticamente está prohibido su uso en la comunicación, como sucede con todos esos conceptos desechados), esas curiosas cualidades que he observado en el concepto "yo" las describo en el libro "Conversaciones sobre autenticidad y descontextualización en la obra artística moderna". El resto de términos perfectos ni los nombro porque ese honor sólo está reservado al comité de doctores de la perfección de la nómina de asalariados de los medios de masas.
Este es un país de loterías, o aspiras a convertirte en un funcionario vendedor de lotería (funcionario artístico, profesor o agente cultural) o eres un comprador de lotería que sueña con el gordo (artista). Somos un país de adoradores de la Fortuna más que de pensadores obsesionados por encontrar mensajes ocultos en nada. Cuando vemos un cuadro admiramos más el nombre del afortunado ganador de la lotería del Arte, que ya no tendrá qué trabajar más para ganarse la vida, que cualquier mensaje que se trate de trasmitir. El currículo del artista es una ristra de premios y pedreas que garantizan el éxito de la inversión de los posibles compradores y mecenas del Arte. Yo también juego a la lotería, pero como no me toca tengo que retirarme a mi rincón solitario donde pienso para mi mismo nuevos discursos con los que seguir jugando a la lotería.
Quienes habéis participado en estos certámenes tenéis muy claro para qué utilizáis el Arte, muchos y diversos son los propósitos de vuestras obras, pero al final siempre hay que pasar por caja y convertir en pasta nuestros sueños, nuestros ideales políticos o existenciales, nuestra mirada artística (a veces perdida en la luna), sino interesa al que pega los códigos de barra y el precio en nuestras obras entonces debemos volver a ese rincón de los discursos solitarios (de los locos, como quieras llamarlo, esos calificativos sí se nos permite usarlos), discursos para uno mismo, hasta que aprendamos a aplaudir a los afortunados ganadores, les riamos las gracias y, por supuesto, juguemos a ver si nos toca.
Este certamen es un limbo de la comunicación, en el que todos los mensajes son posibles, pero nos está negado comunicarlos, a menos que algún empresario (=medio) encuentre algún interés en ellos, es decir, que nos toque la lotería del Arte.
Muchas son las cosas e ideas que nos interesan a los/as artistas, pero sólo hay dos cosas que interesan a la comunicación: la pela y, sobretodo, el poder.