8-5-2019, 20:6 h. - ID. 46
k-ant
LA BELLEZA DE LO INSERVIBLE Muchas gracias Claudia por contextualizar tan bien el propósito de los servilleteros con esas servilletas que son un símbolo de identidad para vosotros/as. Igual que los cocineros y otras personalidades de tu región trataron de explicar por qué tienen tanto éxito esas servilletas que no absorben, ni limpian, parece que sólo mueven la suciedad de un lado para otro y aún así se han convertido en un símbolo de identidad allí donde vives y son usadas y queridas por todo el mundo, pese a su aparente inutilidad, yo también voy a aportar mi teoría, igual que todo el mundo hace, como bien sabes. Quizá algún atento/a fabricante, con espíritu de artista, se dio cuenta que la gente de su zona tenía la costumbre de cambiar de sitio las cosas que lo les gustaban y, después de justificar ese desplazamiento, decidían que por el hecho de estar en otro sitio ya no eran las mismas cosas. Así el fabricante decidió materializar en un objeto esta cualidad y creó la servilleta que mueve de sitio la suciedad, ni la limpia ni la absorbe, simplemente la desplaza creando así el "engaño" necesario para que la gente se identifique con esta cualidad, propia suya, reflejada en las servilletas. A todos nos satisfacen estos engaños cuando nos vemos reflejados en ellos de alguna manera los hacemos nuestros y los justificamos con todo tipo explicaciones, aunque éstas no coincidan ni sepamos con certeza de qué parte de nosotros procede la predilección por ese engaño. La publicidad está repleta de engaños prefabricados a nuestra medida. El Arte, al igual que las servilletas, parece servir para satisfacer algunas necesidades (quizá de distinción) de una élite económica y para comunicarnos de forma vertical cuales son las preferencias y deseos de dicha élite. Los artistas, en cambio, incapaces de acceder a los medios de comunicación que dispone dicha élite, justificamos el uso del Arte de multitud de maneras, explicaciones que no llegan prácticamente nunca al público, en el remoto caso que podamos acceder a los medios convencionales de comunicación. ¿Por qué existe entonces esta "servilleta" del Arte que no cumple su función comunicadora, sino otras más interesadas como convertirse en objeto de comercio?, ¿Qué cualidad poseemos todos que sirve de alimento a ese engaño del Arte? . Quizá parte de la esperanza de convertirnos en parte de esa élite y entrar en el circuito de comunicación vertical en el que no importa lo que se comunica sino de dónde viene la comunicación. Esa comunicación de masas, que no se cuestiona ni su procedencia ni sus intereses, nos ataca a todos/as con sus letanías vacías, buscando los "likes" necesarios para mantener un vacío de contenido un día más en el top 10 de los más visitados. Frente a este gigante un arte efímero insignificante, como los servilleteros en los que de una forma realista se describen las servilletas que no sirven para absorber o esta web en la que se describe un Arte que no sirve para comunicar, sino para otras cosas, igual que los servilleteros te los encuentras en una pizzeria y te relatan su explicación sobre las servilletas inservibles, este extraño certamen que te encuentras en un rincón de una web de concursos te relata las cualidades de una Arte inasequible y os plantea otras cuestiones como la explicación de qué parte de nosotros mismos procede ese Arte descontextualizado y falto de contenidos. ¿Qué cualidad procedente de nuestro interior representa ese Arte inaccesible?. Yo os ofrezco aquí mi teoría igual que espero nos propongais algún día la vuestra. un saludo